jueves, 1 de mayo de 2008

Niños Ocultos (IV): su desarrollo.

El desarrollo del niño es el resultado de la interacción entre sus capacidades potenciales y su entorno. Cuando la estimulación sensorial, afectiva y social del entorno es insuficiente, el desarrollo se retrasa en todas sus facetas: cognitiva, afectiva y relacional. Si la privación es muy severa, como en el caso de los niños ocultos, estos no llegan ni a hablar. La reeducación o el aprendizaje, en especial del lenguaje, dependerán de tres factores fundamentales:
  1. La edad en la que fue abandonado: si alcanzó algún tipo de conocimiento previo al abandono.
  2. La presencia de alteraciones previas al abandono: la dificultad del aprendizaje no se debe sólo al aislamiento sino a que, en muchas ocasiones, sufren patología autística o graves discapacidades mentales.
  3. La edad de inicio de la reinserción.
En la mayoría de los estudios acerca de la posible reeducación se ha comprobado que esta es realmente difícil, muchos de ellos nunca logran hablar acorde con la edad que tienen. Esta comprobación permite reafirmar la tesis de Lenneberg (el lenguaje se adquiere en los doce primeros años de vida).

Pese a esta incapacidad de desarrollo lingüístico y otras atrofiaciones, normalmente los niños ocultos tienen los sentidos mucho más agudos que las personas que viven en sociedad.
  • Vista: muchos de ellos pueden ver en la oscuridad.
  • Olfato: reconocen olores a gran distancia.
  • Gusto: sus papilas gustativas se adaptan, por lo general, al sabor de la carne cruda (en los niños criados con animales) por lo que detestan cualquier sabor distinto, incluso el de la carne cocinada.
  • Audición: el sentido auditivo es especialmente el más agudo. En algunas situaciones los niños que han estado en constante relación con el medio natural son capaces de imitar sonidos con una gran perfección.
Ruth Burgos Gómez

1 comentario:

Rafita dijo...

Mmmm interesante!!!
Eres la mejor de toda esta gente... no saben escribir...aburren al lector!!
Ánimo!