lunes, 31 de marzo de 2008

Niños Ocultos (II): criados con animales.

¿Te has preguntado alguna vez que hubiese sido de ti si en vez de criarte con humanos lo hubieras hecho con gallinas, lobos, osos, perros u ovejas? Pues aunque la propia pregunta parece disparatada se han dado casos en los que esto ha sucedido. Desde el primer hallazgo documentado, el de el niño-lobo de Hesse (Alemania) , encontrado en 1344 mientras corría a cuatro patas por el bosque; hasta Lyokha, también niño-lobo aparecido en Moscú en diciembre del año pasado, han transcurrido siete siglos en los que los descubrimientos de niños criados por animales han sido sucesivos. A continuación expongo el caso de este tipo mejor estudiado y dos de los más sorprendentes del siglo pasado.

Víctor de Aveyron, el pequeño salvaje (Francia, 1799)

Jean Marc Gaspard Itard, encargado del tratamiento psicológico y la readaptación de Víctor, en uno de sus informes al ministerio del interior francés escribió la primera impresión que le causó su pupilo con las siguientes palabras: "un niño desagradablemente sucio, afectado por movimientos espasmódicos e incluso convulsiones; que se balanceaba incesantemente como los animales del zoo; que mordía y arañaba a quienes se le acercaban; que no mostraba ningún afecto a quienes le cuidaban y que, en suma, se mostraba indiferente a todo y no prestaba atención a nada".
Aparentaba unos once o doce años y era un muchacho delgado, bajo, de rostro redondeado e infantiloide con marcas de viruela y cicatrices.
Pese a los esfuerzos de Madame Guérin, encargada del cuidado físico y material, y del joven médico Itard, Víctor no cumplió las expectativas y las esperanzas de que aprendiese a habl
ar y a comportarse de manera civilizada se vieron frustradas.
Finalmente murió en 1828 y su vida se llevaría al cine de las manos de Truffaut en su film L´enfant sauvage.


Oxana Malaya, la niña perro (Ucrania, 1991)

Nació en 1983 en una granja de la aldea de Novaya. Sus padres eran alcohólicos y en ocasiones había padecido malos tratos. Una noche mientras ellos discutían Oxana, con tan sólo tres años, salió de casa y se refugió en un cobertizo lleno de perros. Nadie se preocupó de su desaparición y la pequeña fue acogida por estos animales como una más de la jauría. Poco a poco fue perdiendo humanidad: olvidó el lenguaje, la forma de caminar, los modales...
Transcurridos cinco años fue encontrada y llevada a una clínica de discapacitados mentales. Oxana jadeaba, olía la comida antes de comerla, ladraba, enseñaba los dientes, bebía el agua directamente de los charcos... tenía un comportamiento típicamente canino. Gracias a la ayuda de sus cuidadores fue recobrando en parte las formas humanas. Los expertos señalan que el éxito de que volviese a hablar se debe a que ella ya tenía cierto discurso infantil anterior a su desaparición. Pese a los logros alcanzados la psicóloga británica encargada del caso, Lyn Fry, concluyó que tenía una mentalidad de un niño de seis años. En la actualidad Oxana Malaya es incapaz de leer, deletrear, decir la hora, sumar y de mantener relaciones sociales con normalidad.



Lyokha, el niño lobo (Moscú, 2007)


Al parecer este niño de unos diez años fue abandonado por sus padres cuando solo era un bebé y una manada de lobos pasó a ser su familia. La policía rusa lo capturó en el interior de la remota selva de Kaluga pero tras su ingreso y apenas pasadas 24 horas el joven se escapó. Según cuentan los médicos que le atendieron era incapaz de hablar, se desplazaba a cuatro patas y les intentó morder.
Las autoridades rusas afirman que puede ser peligroso y portador de virus y enfermedades. Actualmente le siguen buscando.

Ruth Burgos Gómez

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola! Hay películas y documentales muy interesantes acerca de los niños ocultos (sobre Víctor hay una peli de Truffaut); puedes buscarlas y apuntarlo. Incluso a lo mejor hay algo en YouTube.
Seguid así, el blog está muy pero que muy bien. Cuidad los formatos y la ortografía!
Un saludo,
Elena